viernes, 8 de febrero de 2008

Vestido nuevo

Estaba delante del espejo, probandome un vestido rojo ceñido. Se me abrazaba al cuerpo marcando mis curvas, me acariciaba la piel al moverme. Un vestido brillante, de amplio escote y mangas estrechas. Me desnudo despacio y tomo otro.
Este es negro, de asas y, si cabe, más ajustado que el anterior. Me hace muy bonita, dios, que bonita, y me imagino bailando para mi chico, mis caderas al ritmo de la música, y me imagino borracha de ritmo y vigilia.
Otro vestido, cerrado hasta el cuello por alante, la espalda al descubierto por detrás. Y el muchacho se levanta y me toma de la cintura, me besa el cuello, me gira, recorre mi espalda con su lengua.
El siguiente vestido es verde, corto, con mucho vuelo, y giro frente al espejo hasta que el reflejo me muestra su ropa interior.
Un quinto vestido blanco, los hombros al descubierto y mi reflejo recoge su pelo para mostrar también su cuello, que recorre con sus dedos.
Otro vestido y me despierto, sin espejo, sin baile, mi mano apretada contra mi sexo, excitada y con ganas de un vestido nuevo.

(Lj 14 apr)

3 comentarios:

Kimuko dijo...

Pues deberíamos ir de compras pare celebrar que se acerca nuestro aniversario, ¿no, preciosa? ;) :*

El vecino del 4º dijo...

sigo pensando que la mejor belleza es tu desnudez completa...

tu vecino del 4º

Kimuko dijo...

Nena... we miss u a lot... :***